La filtración viral se ve más obstaculizada durante las condiciones operativas intermedias

Crédito: Voloshin311/Getty Images

Por Vivienne Raper, PhD

Los investigadores han descubierto que las presiones y flujos intermedios pueden provocar los peores casos de contaminación de los filtros virales durante la producción de mAb. El equipo, de la Universidad Estatal de Pensilvania, trabajó en colaboración con MilliporeSigma para comprender cómo el cambio del flujo a través de un filtro afectaba la cantidad de mAb que quedaba atrapado accidentalmente en los poros.

Los científicos esperan que su investigación pueda ayudar a las empresas a eliminar mejor la contaminación viral sin obstruir el filtro, un desafío común en la producción de mAb.

"La filtración viral es un paso importante en la fabricación posterior, especialmente para los mAb porque pueden estar contaminados por retrovirus", explicó Joshua Peles, estudiante de doctorado en Penn State. "Pero [uno de los desafíos] es la retención de la proteína terapéutica y la transmisión de partículas virales".

Según Peles, los poros de la membrana deben tener el tamaño adecuado para capturar el virus y al mismo tiempo permitir el paso del mAb. Sin embargo, este puede ser un equilibrio complicado ya que los virus y los mAb son similares en tamaño. Si los poros son demasiado grandes, muchos virus pasarán a través de ellos y podrían poner en peligro a los pacientes, explicó. Mientras que, si los poros son demasiado pequeños, grandes cantidades de mAb bloquean los poros.

El equipo investigó cómo el cambio de la presión del fluido y el caudal a través de una membrana Viresolve Pro afectaba la cantidad de anticuerpo policlonal (inmunoglobulina G humana) que se retenía. La inmunoglobulina humana se utilizó como proteína de bajo costo para modelar el comportamiento de los mAb.

Peles señaló que los investigadores descubrieron que las peores incrustaciones se producían en condiciones operativas intermedias. Caudales o presiones altos o bajos condujeron a menos incrustaciones.

El equipo ahora está investigando si el flujo alto o bajo es mejor para las empresas. También planean crear un modelo que otros investigadores (y empresas) puedan utilizar para encontrar las mejores condiciones operativas para minimizar la contaminación de los filtros.

"Nuestros objetivos siempre han sido identificar tendencias generales en el rendimiento o en la tasa de contaminación en diferentes condiciones operativas, para ayudar [a la industria] a determinar qué condiciones satisfacen mejor sus necesidades", dijo Peles. “[Actualmente] nos resulta difícil decir qué condiciones de flujo son las mejores, ya que debemos sopesar si también afectan la velocidad a la que se retienen las partículas virales. Ese es un equilibrio que debemos definir”.