Reseñas de cápsulas de Popcorn Frights 2023

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La última edición delFestival de cine sobre los sustos de las palomitas de maízllega a su fin, poniendo fin a interminables estrenos de películas, proyecciones de repertorio y celebraciones de terror.

Nuestro primer resumen de reseñas cápsula de Popcorn Frights 2023 incluyó musicales de terror y cambios de género experimentales. El festival tampoco disminuyó en la segunda mitad.

Aquí hay un resumen de algunas de las ofertas de largometrajes de la segunda mitad de Popcorn Frights, desde slashers hasta metraje encontrado de terror críptico.

No mires hacia otro lado

El pobre Frankie (Kelly Bastard) se encuentra en el lugar equivocado en el peor momento posible. El camino de Frankie a casa se descarrila cuando un criminal que huye de un secuestro de camión que salió mal corre frente a su auto. Ver al culpable, un maniquí solitario desempaquetado del camión, la deja en shock. Tanto es así que empieza a ver el maniquí por todas partes. Los amigos de Frankie y su poco solidario novio Steve (Colm Hill) lo atribuyen al trauma residual del evento hasta que ellos también comienzan a verlo y el número de muertos aumenta.

El director Michael Bafaro, que coescribió el guión con Michael Mitton, evita sabiamente el obstáculo más complicado de una película centrada en un maniquí asesino evitándolo por completo. El maniquí antagonista central permanece inmóvil en la pantalla, lo que da como resultado un giro de terror letal en el juego de “luz roja, luz verde”. Si bien eso finalmente funciona a favor de la narrativa, obstaculiza No mires hacia otro lado en términos de sustos. Que gran parte de la actuación sea tan rígida como su villano no ayuda, aunque el concepto presenta mucho potencial, y Bafaro logra extraer energía a través de algunas de las secuencias de persecución.

Eso es un envoltorio

Fiel a su título, That's a Wrap sitúa un slasher dentro de un slasher en una fiesta de despedida. Cuando el elenco y el equipo se reúnen en el estudio para celebrar la producción, alguien decide darle vida al giallo montando sus propios asesinatos, disfrazado del asesino de la película.

El director Marcel Walz (Pretty Boy) inyecta una fórmula slasher estándar con comentarios sobre la naturaleza del mundo del espectáculo. Una gran dependencia de una iluminación de gel vívida agrega brillo y glamour a un asunto cada vez más sangriento con sórdidos fundamentos de giallo. Si bien se basa demasiado en la caracterización para establecer un interés arraigado, sus acusaciones de discriminación por edad y dobles raseros añaden profundidad y energía fascinantes a un asunto que de otro modo estaría pintado por números. Los cameos de los incondicionales del terror Tom Savini, Cerina Vincent y Adam Green también añaden personalidad.

marea invernal

El sombrío largometraje de terror del director John Barnard, coescrito con Carrie-May Siggins, presenta un mundo distópico donde el sol no ha salido en mucho tiempo, sumergiéndolo en un eterno y oscuro invierno. La mayoría de sus residentes son vagabundos parecidos a zombis, afectados por la depresión, o están desesperados por encontrar una manera de detenerla. Beth (Niamh Carolan) se encuentra entre las que estudian a los infectados letárgicos. Sin embargo, su precaria comprensión de la realidad se desvanece cuando se da cuenta de que podría haber una conexión entre sus pesadillas y la infección.

Carolan está a la altura de la tarea de llevar una película de terror existencial; Gran parte de la película se basa en el creciente dilema moral de Beth a medida que poco a poco se da cuenta de hasta qué punto sus sueños se extienden al mundo de la vigilia. Énfasis en lentamente, ya que Wintertide favorece un ritmo lento para contemplar el terrible estado del mundo y la moralidad detrás de las acciones de Beth. La metáfora central, que refleja la pandemia, puede ser un poco dura, y se vuelve más evidente por lo indefinida que se vuelve la narrativa. En otras palabras, Wintertide prefiere la atmósfera y el estado de ánimo lentos a la historia.

La misa negra

El pilar del terror, Devanny Pinn, hace su debut como directora con una incisiva e incómoda porción de verdadero crimen de terror. Ambientada en Florida a finales de los años 70, The Black Mass narra las 24 horas en las que un asesino acecha y ataca horriblemente la casa de una hermandad universitaria.

Trabajando a partir de un guión coescrito con Eric Pereira y Brandon Slagle, Pinn lanza aquí una mirada inquebrantable. Suficientes pistas sutiles pintan un retrato crudo de una mente perturbada basada en la realidad, completo con secuencias alucinógenas que traspasan los límites y un clímax trastornado que no frena la violencia. Es sombrío en sus representaciones, con Pinn usando la cámara para obligar a sus espectadores a ver actos atroces, una confrontación desgarradora que desafía a los espectadores a enfrentar la espantosa obsesión por el crimen real. Si bien los mensajes de Pinn son admirables, se pasa demasiado tiempo con el enemigo sin rostro sobre sus víctimas, llevando su característica de horror brutal demasiado lejos en territorio de explotación. Pero la intención mordaz detrás de esto y un enfoque valiente son dignos de elogio.

Submarinista

El director Anthony Cousins ​​se enfrenta al críptico Hombre Rana a través de metraje encontrado en su debut como director, coescrito con John Karsko. En él, un trío de amigos se embarca en un último hurra cinematográfico antes de que la vida los lleve en direcciones separadas. Pero en su intento por hacer un último intento de capturar al elusivo críptido Hombre Rana ante la cámara, encuentran mucho más de lo que esperaban.

Frogman se adhiere al plano y los tropos estándar de metraje encontrado, basándose en gran medida en The Blair Witch Project y Willow Creek mientras el trío comienza entrevistando a los lugareños de Loveland, Ohio, sobre la mascota críptica de su ciudad. La fricción entre los amigos sale a la superficie a medida que se acercan a la verdad. Si bien el debut de Cousins ​​no ofrece sorpresas narrativas y toma decisiones de estilo extrañas para la cámara, lo compensa con impresionantes efectos de criaturas. Cuanto más invaden los humanos el territorio del Hombre Rana, más deliciosamente extrañas y retorcidas se vuelven las cosas. Es una exhibición de efectos especiales con una mitología deliciosamente trastornada que hace que valga la pena el precio de la entrada.

Periodista de terror, RT Top Critic y miembro de la Critics Choice Association. Copresentador del podcast Bloody Disgusting. Ha aparecido en Monstrum de la serie de PBS, formó parte del jurado de cortometrajes de SXSW Midnighter y moderó paneles de terror para WonderCon y SeriesFest.

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Todavía estamos en pleno verano, y eso significa que todavía hay algo de tiempo para la piscina, acampar y realizar tranquilos viajes por carretera por todo el país. Si está dispuesto a tomar la carretera abierta, le sugiero que se ciña a las autopistas principales y deje en paz los caminos secundarios polvorientos. No querrás terminar como los niños de Trampa para turistas de David Schmoeller o La casa de cera de Jaume Collet-Serra (2005). Eres más inteligente que eso. Claro, hay argumentos convincentes para cambiar el techo rígido por grava y tierra. Tal vez quieras presenciar las reliquias del pasado por ti mismo: pueblos abandonados y parrillas al borde de la carretera, o incluso las escasas atracciones de espectáculos secundarios (si es que aún existen). Pero no seas tonto. Si hay algo que aprender aquí, es que el desastre aguarda en la siguiente curva.

En Tourist Trap de 1979, un grupo de jóvenes ignora todas las señales de alerta posibles y se aventuran fuera de la carretera principal en busca de su amigo. Woody (Keith McDermott), que salió a pie para arreglar una llanta de refacción, se topa con una gasolinera abandonada. El lugar está inquietantemente vacío, sin nadie atendiendo el escritorio. En contra de su buen juicio, se dirige de puntillas a la trastienda, donde escucha los gritos ahogados de una mujer. Pero cuando se acerca, un maniquí emerge de entre las sábanas y se ríe. Varias figuras de plástico más rebotan entre las sombras, chillando con la boca abierta y moviendo sus pelucas. Es una escena impía y la única razón por la que le tenía miedo a los maniquíes cuando era niño. Woody inevitablemente muere a causa de una herida profunda en la carne. Mientras los objetos salen volando de un armario, una púa de metal le atraviesa la espalda.

Mientras tanto, el resto del grupo sale de la calle principal hacia un camino de grava y pasa un cartel que dice: "El oasis perdido de Slausen". Cuando su jeep se avería, Molly (Jocelyn Jones), Eileen (Robin Sherwood) y Becky (Tanya Roberts) dejan que Jerry (Jon Van Ness) arregle el vehículo y se bañen desnudos en un oasis cercano. El señor Slausen (Chuck Connors) aparece y lamenta la falta de negocio desde que se construyó la carretera. Luego se ofrece a ayudar a Jerry con el automóvil y lleva al grupo de regreso a su museo de cera.

Acechando en las sombras, un asesino (el hermano de Slausen, Davey) con cara de maniquí da vueltas alrededor del grupo. Cuando se presenta el momento, se abalanza sobre su presa y elimina a los personajes uno por uno. Pero no es el típico asesino en serie. Ejerce habilidades telequinéticas. Con tal poder, frecuentemente mata sin siquiera tocar a sus víctimas (una fuerza invisible estrangula a Eileen con su bufanda, por ejemplo). Lo que sería tu aburrida película de terror se convierte en una casa de diversión maravillosamente inquietante. Los maniquíes, que resultan esenciales para la historia, son básicamente la familia improvisada del asesino. Tienen personalidad propia y cada uno se somete a la voluntad de su amo.

'Trampa para turistas'

Una vez que Becky y Jerry son capturados y atados en el sótano, conocemos a otra viajera llamada Tina (Dawn Jeffory-Nelson). En la escena más aterradora de la película (la escena que más recuerdo cuando era niño), Davey le pone yeso pegajoso en la cara. Gota a gota, su rostro queda completamente cubierto. “Morirás de miedo”, gruñe, afirmando que ella no morirá por asfixia. Su corazón explotará en su pecho antes de que eso suceda. Su corazón late en nuestros tímpanos, cada latido aumenta en intensidad hasta que deja de retorcerse. Ella jadea por última vez antes de que su cuerpo se vuelva frío y sin vida.

Más tarde, Molly corre para salvar su vida por los bosques circundantes. Davey lleva la cabeza de un maniquí y la arroja al suelo, donde cae y grita en el aire de la noche. También recuerdo más esta escena de persecución; Había y hay algo en ello que es francamente aterrador. Creo que es la cabeza del maniquí. Siempre son los maniquíes. Quémalos a todos con fuego.

…pero yo divago.

Molly finalmente se encuentra con Slausen conduciendo por el bosque y él la lleva de regreso al museo. Él le entrega una escopeta mientras entra. Sin que ella lo sepa, Davey sale sigilosamente de la oscuridad y la ataca. Molly dispara varios tiros, tira a Davey al suelo y le rompe la máscara. Slausen se revela a sí mismo como el asesino con una sonrisa de comemierda grabada en su rostro: ¡una de las mayores revelaciones de asesinos de todos los tiempos!

De vuelta en el museo, Becky y Jerry escapan de sus ataduras. Becky, desafortunadamente, se encuentra con un destino espantoso: la apuñalan en la nuca, pero Jerry logra rescatar a Molly. Molly, atada a una cama, se libera y defiende a su atacante el tiempo suficiente para que llegue Jerry. Pero Jerry no es Jerry. Jerry es un maniquí bajo el mando de Slausen. ¡Qué giro! Después de gritar a todo pulmón, Molly toma la delantera y mata a Slausen con un hacha.

Molly, muy traumatizada, se sube al jeep y se marcha, con las versiones maniquí de sus amigos amontonadas a su lado. Ha amanecido y Molly apenas ha logrado escapar a un centímetro de su vida. La película se detiene abruptamente, dejando que el momento final sea un escalofriante recordatorio de la prematura muerte de sus amigos.

Tourist Trap captura el puro terror de quedarse varado en medio de la nada. Hay una sensación de aislamiento que te presiona desde cada borde del encuadre. Es claustrofóbico e implacable. Sin lugar a dudas, Connors se roba el espectáculo con su doble actuación trastornada, cada personaje claramente diferente del otro. Como muchas actuaciones de género, merecía un gran hardware por su papel de Davey/Slausen. Si bien el resto de los personajes carecen de inspiración, al final no importa. La naturaleza inquietante de los maniquíes y varios giros valen con creces el precio de la entrada. Por muchas veces que he visto esta película, todavía me golpean las bolas curvas. Es un viaje increíble.

'Casa de cera'

Una vez cruzado el arroyo poco profundo, entran al pueblo de Ambrose. Las calles están vacías, salvo algunos coches aparcados aquí y allá. Eso debería haber sido una señal reveladora de que algo andaba mal. No se encuentra como una sola persona. Pero de todos modos se adentran más en la ciudad, primero dirigiéndose a la única gasolinera donde la descubren abandonada, y luego a la iglesia. Allí, interrumpen un funeral, para consternación del predicador y encargado de la gasolinera Bo (Brian Van Holt). Bo es apuesto y, sinceramente, es todo un galán. Nada en particular parece extraño en él. Mientras termina el funeral, Carly y Wade se dirigen a la Casa de Cera de Trudy y observan las diversas esculturas. Todo está hecho de cera, incluso las paredes, el techo y los pisos.

Más tarde, Bo lleva a Carly y Wade de regreso a su casa para conseguir un cinturón de ventilador. Mientras usa el baño, Wade es golpeado en la cabeza por el hermano de Bo, Vincent, y tirado hacia el sótano, donde Vincent engancha a Wade, ahora desnudo, a un artilugio que rocía cera fundida por todo su cuerpo. Una secuencia horrible que todavía está grabada a fuego en mi cerebro. La primera vez que vi la película, recuerdo los escalofríos que recorrieron mi espalda. La semana pasada me quemé las yemas de los dedos con cera de vela caliente. ¿¡¿Te imaginas esa sensación en todo el cuerpo?!? Vaya.

'Casa de cera'

La película llega a un final apropiadamente apasionante. Cuando se "revela" que Vincent es en realidad el hermano de Bo, a diferencia de Tourist Trap, el enfrentamiento ocurre dentro del museo de cera, que ahora se ha incendiado. Carly y Nick luchan por sus vidas, evitando los avances de Vincent y al mismo tiempo tratando de sobrevivir al lento derretimiento del edificio. Carly mata a golpes a Bo con un bate de béisbol y, más tarde, Vincent es apuñalado por la espalda y cae muerto en las llamas que todo lo consumen. Carly y Nick apenas logran escapar... A la mañana siguiente, la policía llega e inspecciona la escena. El giro de la película llega cuando la policía revela que había un tercer hermano en la familia: Lester, quien saluda a Carly y Nick mientras se alejan. Debo admitir que me enganchó la idea. Lástima que nunca tuvimos una secuela. ¡Nos merecíamos uno!

Con historias con tramas similares, no hay mejor película doble para el verano que Tourist Trap y House of Wax. Una vez más, todavía estás a tiempo de tomar la autopista y emprender un viaje por carretera, por la costa o por las montañas. Si, por casualidad, decides aventurarte en lo más profundo del campo boscoso, no olvides la regla más aterradora de todas: nunca te separes. Así sobrevivirás más tiempo. Pero aun así, nunca abandones la carretera principal, hagas lo que hagas. Hacerlo sólo significa desastre.

Doble problemaes una columna recurrente que combina dos películas de terror, pasadas o presentes, según su tema, estilo o historia.